domingo, 28 de octubre de 2007

Café con leche

- Un café con leche y un croissant, por favor.

Sin mediar palabra, el caballero de mediana estatura que hace varios años dejó de practicar deporte de forma regular, seguramente desde el momento que empezó a descubrir que su pelo empezaba a abandonar aquellas zonas de su cabeza que antaño lo habían hecho parecer hasta interesante, saca un croissant del mostrador y se dirige a la máquina de café. En pocos segundos está de vuelta y deja caer el pedido ante mí.
No ha sido un gran comienzo, pero, pese a las sensaciones, no va a tratarse de un principio y final. En unas semanas, el señor calvo de la prominente barriga tendrá un nombre y poco después, hasta una sonrisa para mí.

martes, 23 de octubre de 2007

Recortes de Esperanza

Juan Navarro Baldeweg ya no es el arquitecto director del Teatro del Canal. Su proyecto, próximo a la finalización, deberá ser completado por alguno de sus colegas de profesión.
Al parecer, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha visto indicios de errores técnicos que son los que, supuestamente, han propiciado ciertas desviaciones sobre el presupuesto inicial, así como el incumplimiento del plazo de ejecución. Por ello ha decidido rescindir el contrato con el reconocido arquitecto.
Atrás quedan aquellos tiempos en los que desempeñaba mi labor de ingeniero por los dominios de la Presidenta, aquellos tiempos en que las desviaciones eran multimillonarias y consentidas (prácticamente obligadas) y los retrasos programados. Ahora se aboga, por lo visto, por la formalidad, y una ligera desviación, aún si ésta es ocasionada por el incumplimiento de contrato de adjudicatarios ajenos al despacho de arquitectura (contratista, subcontratistas...), es inaceptable.
La semiacabada obra podrá gustar o no, podrá ajustarse a las necesidades de la localidad o no, pero lo que sí es incuestionable es que su autor fue adjudicatario tras vencer en un concurso público en 2000, con un presupuesto que, en obras de tal magnitud, es tradicional revisar al alza.
Uno, que hay días en los que se despierta con la mente especialmente retorcida, se plantea si el asunto tendrá algo que ver con el hecho que el concurso fue ganado en 2000, fecha en la cual el presidente de la Comunidad era Ruiz Gallardón, de curiosa relación con la actual Presidenta. De ser así, ¿serían realmente justos o imparciales los concursos públicos?

viernes, 19 de octubre de 2007

martes, 16 de octubre de 2007

No diguis blat...

El anuncio por parte del vicepresidente de la Generalitat a propósito de la futura participación de Cataluña en la próxima Bienal de Venecia muestra, entre otras cosas, el desconocimiento que se tiene de dicho evento.
Fue costoso convencer a la sociedad catalana de las virtudes de estar presentes en la Feria de Frankfurt, ese Construmat de las editoriales que concluyó el pasado domingo, pero los medios de comunicación autonómicos han dedicado tantos esfuerzos a cubrir el evento que el ciudadano llega a pensar "Hombre, esto de Frankfurt... no estará tan mal, ¿no?" Y es que si los todopoderosos Cuní, Terribas y Bassas hacían desde allí sus programas, bien tenía que ser un hito importante.
De este modo, cuando la sociedad ya estaba prácticamente convencida de que la feria de Frankfurt era un importante acontecimiento social en el que se ve involucrada toda la población del Main, la alemana e incluso toda la europea, se nos planteaba un nuevo reto: aprender ahora qué es eso de la Bienal de Venecia.
Sí, Cataluña tenía que ser el próximo país invitado en la exposición internacional de arte de Venecia en 2009. Las comparaciones son odiosas, mas si a una feria profesional tiene que acudir la mitad o más de la clase política y tienen que trasladarse in situ los pesos pesados de las cadenas autonómicas para dar trascendencia, ¿qué ocurriría si se tratara de una exposición internacional?
En cualquier caso, el anuncio del vicepresidente fue desafortunado, y su conocimiento sobre la Bienal ha quedado en evidencia, ya que en esa exposición, ni hay países invitados, ni Gales y Escocia tienen pabellones propios (forman parte del de Reino Unido). El confidente y director del Institut Ramon Llull, Josep Bargalló, ha presentado su dimisión por haber ocasionado tan embarazosa situación al presidente de su partido (dimisión no aceptada, por cierto).
Al parecer, el ex-presidente del Parlament, había tenido una serie de comunicaciones por carta con el alcalde de Venecia en las que éste parecía conforme con la controvertida participación. El problema es que la organización del evento no está a su cargo (al menos completamente), y no puede hacer como otro alcalde que aquí conocemos bien que hizo y deshizo por encumbrar otro de esos acontecimientos únicos llamado "Fòrum de les cultures".
En fin, lo siento por las esposas de los cientos de políticos que ya planeaban su visita a la exposición y que ya esperaban tener su cena romántica en la terraza del Danieli.

sábado, 13 de octubre de 2007

El árbol de los zuecos

Con un estilo próximo al del documental, Ermanno Olmi nos aproxima en "El árbol de los zuecos" a la vida en una granja de la campiña lombarda italiana de finales del siglo XIX. En ella viven varias familias de campesinos, personajes atrapados en la rutina de su trabajo, sometidos al propietario de la finca que los visita ocasionalmente, quien les ofrece casa a cambio de trabajo y una parte de los recursos obtenidos.
Con cierta dosis de paciencia, necesaria para afrontar una película de 3 horas de duración, el espectador podrá experimentar la rutina de la vida en el campo de hace poco más de un siglo, rutina tan solo alterada por el cambio estacional, por los actos religiosos o por las peleas que resultan de una convivencia obligada.
Sin duda el poder de esta película radica en su carácter descriptivo, en su similitud con un documental, y a ello contribuye el hecho que los actores no sean profesionales, dotándola de un mayor realismo.
El que no conozca esta película puede hacerse una ligera idea si piensa en lo que ocurriría de rodar una película con las familias trabajadoras de "Novecento" de Bertolucci en una atmósfera más sombría y huyendo de la trama socio-política, es decir, tan solo su día a día en el trabajo y en casa. Sí, es cierto, posiblemente no ocurran demasiadas cosas, salvo el incidente que da nombre a la película, pero es que la atmósfera resulta tan absorvente...
En fin, esta ha sido mi recomendación del sábado, a ver si consigo convertirlo realmente en una rutina para todos los sábados.

domingo, 7 de octubre de 2007

¿Producto de la fiebre?

Hoy me he despertado enfermo. Tras intentar en vano hacer algo de provecho, he sido derrotado por la fiebre y he acabado utilizando la lanzadera entre la cama y el sofá alternativamente.
A más de 25ºC, aunque ataviado con mi pijama de invierno y mi manta ultrasuave de sofá, he tratado de ver las noticias. 5 minutos han bastado para decidir apagar el televisor. En el resumen de la manifestación de ciutadans he visto un manifestante ondeando dos banderas al unísono, algo perfectamente lógico; lo absolutamente incoherente y paradójico era que la que ondeaba junto a la bandera española no era la tradicional Senyera (bandera catalana), sino la denominada "Estelada" (bandera independentista).
¡Alguien se apiade de mi!
grité perdiendo el sentido
y una enfermera se acercó a mi oreja y me dijo:
Tranquilo, Bobby, tranquilo


jueves, 4 de octubre de 2007

Un adiós esperado

8 de la mañana. Conducía por eso a que llaman l'Horta de Lleida, bajo un perezoso cielo que, como yo, no acababa de despertar. La radio iba de una a otra emisora cuando, sorprendido, me parece identificar la sintonía del programa Hora 25, programa que se emite regularmente en la Ser a las 22 horas.
En efecto, no es un error, la voz entrecortada de Carles Francino, se esfuerza por camuflar su llanto y anunciar la muerte de Carlos Llamas, periodista que había conducido durante años Hora 25. A los 52 años, Llamas ha muerto víctima de un cáncer contra el que llevaba ya mucho tiempo luchando.
No voy a ocultar que me gustaba el modo de hacer periodismo de este profesional, pese a no comulgar plenamente con sus ideas o con las de muchos de los componentes de su equipo. Su frescura, su forma directa de afrontar la información, su coraje después para afrontar la vida, todo ello lo convertía en un excelente comunicador que, desgraciadamente, queda ya tan solo en nuestra memoria.
El periodismo español está, o debería estar, de luto, independientemente del grupo empresarial al que se pertenezca. Los oyentes, aún los ocasionales como yo, también. D.E.P.