Amador, la verdad es que no es tan complicado como parece. Mira, en EE.UU se empezó a prestar dinero sin tener especial ciudado en estudiar las condiciones de aquéllos a quienes se les entregaba, es decir, sin tener en cuenta las garantías de que ese dinero fuera retornado según las condiciones del contrato.
De este modo, llegó a darse el caso que ciudadanos en precarias condiciones económicas "gozaban" de una hipoteca con la que hacer frente a la compra de sus viviendas. Y prestamista y prestatario vivieron felices y comieron perdices durante algunos años, uno con su hipoteca concedida y el otro con su jugosa comisión.
Lo curioso es que las entidades que concedían ese tipo de créditos llamados "subprime" no asumían completamente su riesgo. Verás, lo que hacían era empaquetar, sí, hacer paquetes, con todos esos créditos concedidos y ofrecerlos en un mercado secundario, digamos que ponían a la venta esos paquetes y ofrecían como rentabilidad el cobro. Parece lógico ¿no? ¿qué mejor garantía de tu rentabilidad que un contrato firmado con un hipotecado? Es como si tú ahora prestas tu paga a tus amigos de 3º y vas a los de 4º a obtener más dinero para poder prestar más todavía (obtener más beneficios) ofreciéndoles como garantía la promesa de pago que te han hecho tus compañeros de clase en un principio.
Ahora bien, a medida que los tipos de interés crecían (se incrementaba el precio del dinero), aquellas personas más desvalidas empezaban a toparse con dificultades a la hora de hacer frente al pago de las mensualidades de su hipoteca y, finalmente, llegó el momento en que la única vía era dejar de pagar, declararse en quiebra.
Imagínate por un momento que varios de tus compañeros de 3º te comunican que les es imposible devolverte el dinero prestado, ¿cómo te presentas a los de 4º a venderles las garantías de los de 3º para obtener así más dinero? En efecto, los mercados secundarios se resintieron, y los paquetes hipotecarios dejaron de tener interés para los inversores, inversores que se distribuían ya por todo el mundo y empezaban a temer las consecuencias globales de una crisis local.
Sin poder acudir a financiarse en los mercados secundarios, no te extrañará que el paso siguiente fuera recrudecer las condiciones para prestar dinero y, por otro lado, tratar de recuperar el dinero prestado, aunque fuera una parte. Si Carlos te debe 15€ que le dejaste para comprarse un juego, qué prefieres: ¿que se venda el juego aunque sea por 10€ y recuperar una parte de tu dinero? ¿o no recuperar nada?. Pues los más afortunados de entre los hipotecados pudieron vender sus viviendas a un precio similar al de compra, otros muchos sólo un poco por debajo, sin embargo, para muchos resultaba imposible encontrar un comprador que pagara un precio superior al que ellos adeudaban, con lo cual, algunas entidades de crédito vieron cómo sus planes de negocio se venían abajo (las familias no hablaban de planes de negocio, sino de sueños venidos abajo).
En fin, Amador, así es más o menos como se forjó la crisis financiera por la que me preguntabas, ¿alguna pregunta?