martes, 4 de septiembre de 2007

Invertir en destruir

Hoy se han dado a conocer los datos del paro correspondientes al período de verano, curiosamente la línea seguida no ha sido la esperada para unos meses tradicionalmente de aumento en las contrataciones, sin embargo, dicha línea sí ha sido la esperada dado el entorno actual.
Ante la caída en la promoción de obra privada y el amenazante descenso del turismo, estos datos se presumían previsibles, y ya se dieron a conocer medidas como un notable aumento de la inversión pública en obra civil a modo de contrarestar el descenso de volumen de negocio en la edificación.
Al mismo tiempo, y para mayor sorpresa, Fincas Corral, una de las mayores inmobiliarias del país, anunciaba el cierre de la mitad de sus oficinas, unas 180 oficinas que daban trabajo a varios cientos de personas.
Dudo que el negocio inmobiliario llegue a su fin, como se empeñan en hacernos creer esta nueva hornada de pseudo-periodistas que ya no sólo hayan trabajo en Telecinco o Antena3, tan solo está en proceso de cambio el tipo de explotación del negocio. Desgraciadamente, este tipo de explotación, que aquí parece haber entrado en declive, quiere exportarse a gran escala por los que no han tenido suficiente con enriquecerse desproporcionadamente en a penas 6 años. De ese modo, ya se anuncian bajo el título de "perfecta inversión" nuevas promociones en ciudades como Budapest. El resultado, de ser positivo para estos chapuzas a domicilio venidos a más (no hay que esconder que es este el origen de la mayoría de promotores españoles), puede ser un gran desastre para las familias húngaras, y es que de aumentar la inversión extranjera en esta materia, el precio de "sus" viviendas recibirá una fuerte presión al alza, aún si tales viviendas ocupan 2/3 de Budapest y se encuentran cerradas.
Los españoles han visto multiplicarse el precio de la vivienda en los últimos años, cuando al menos se creían ya punteros en el seno de la Unión, los húngaros (y vecinos) pueden ver como el incremento de precios se da antes de que el país vea mejorar notablemente sus condiciones de bienestar, pueden ver como sus esperanzas de crecimiento se diluyen al comprobar que lo único que mejora es eso a lo que llaman PIB, eso que uno sólo puede entender cuando su familia ha adquirido ya un cierto nivel de bienestar, ha recibido una mínima educación y ha crecido, aunque modesto, en un hogar.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Me lo creería más si quien lo escribiera no fuera ingeniero de caminos, a ti ya te va bien que se construya

JAL dijo...

Hombre la verdad es que sí me va bien, más construcción, más trabajo, pero tiene que ser obra civil, mejor que se construyan muchos puentes que muchos pisos

Anónimo dijo...

regreso a tus lineas con el tema del mercado inmobiliario...
uff! ese que me quita el sueño ahora que tengo que invertir en un local comercial...
En fin, interesante retrato de actualidad.
un saludo.

Isabel Burriel dijo...

¿Y ese comentario anónimo? ¿¿¿¿????
En fin, que lo de la construcción se nos ha ido de las manos pero hay mucha gente implicada ganando a manos llenas con recalificaciones, construcciones, etc. Lo malo es que tanto que se construye y ves que en muchos casos ya ni se vende...

JAL dijo...

Itoitz, suerte con la búsqueda.
Interrogación, yo tan solo quería hacer hincapié en la inversión en el extranjero, una exportación peligrosa de nuestro negocio preferido. Lo del anónimo es porque no impido este tipo de comentarios, y este no entiende que pueda ser autocrítico con mi sector profesional

wen- dijo...

Personalmente estoy tan quemada con este tema que no diré nada.
Mi facultad estaba al lado de la de caminos canales y puertos y siempre nos descojonábamos cuando subian los de esa parada al autobus.. en dos años creo que no vi ni media chica en esa parada.. nos chocaba cantidad. Hacíamos apuestas a ver cuantas chicas veiamos y tal. Pff, ahora que lo estoy pensando menuda gilipollez... pues en aquel momento me parecía muy gracioso.. es lo que tiene llevar la fiesta encima, que de todo te descojonas XD

. dijo...

Semos unos mandaos... harán con ellos lo que han hecho con nosotros ¡lo que quieran!
Estamos y estarán ellos, a su entera disposición con la consiguiente indisposición...

Es una lástima que exportemos e importemos lo que exportamos e importamos.

Los brazos de la esclavitud longan longan longan...

¿Qué será lo próximo... el litro de leche, de agua, de petroleo a treinta euros?
Ea pues ya semos también europeos, sudeuropeos
Gracias