Las lágrimas fluyen mientras escribo. Hace unos minutos te abrazaba consciente de que posiblemente fuera ése nuestro último abrazo. Durante unos minutos he sentido tu calor mientras nuestros llorosos ojos se despedían, mientras te agradecía todo lo que me has dado, todos los momentos que has estado junto a mí.
No creí que fuera a ser tan duro separarnos, no pensé que pudiera llegar a quererte tanto, me equivocaba. Aquí estoy, llorando desconsolado como un niño, como un niño que dejará de serlo en cuanto nos separemos. Mi infancia muere con este adiós, pasando a ser un mero recuerdo, borrosas imágenes desordenadas de lo que fuimos.
Mañana montaré solo en el coche, la soledad me acompañará mientras me alejo recorriendo aquellos rincones que nos vieron crecer, juntos, las calles por las que paseamos tantas horas, juntos. Entre sollozos me iré alejando, dejando atrás una vida juntos, dejándote a ti, llorando también, a la espera que alguien entienda lo que a mí tanto me cuesta asimilar.
Tus ojos, que nunca habían sido tristes, ahora muestran absoluto abatimiento. Tu sitio ya no está junto a mí. Necesitas que alguien te ayude a seguir tu camino, a llegar al final de tu camino. Te he querido mucho, has sido una parte de mí, una parte de mí que se queda aquí contigo, una parte de mí que se irá contigo. Han valido la pena todos estos años juntos, gracias por todo, te quiero.
Buen viaje.
No creí que fuera a ser tan duro separarnos, no pensé que pudiera llegar a quererte tanto, me equivocaba. Aquí estoy, llorando desconsolado como un niño, como un niño que dejará de serlo en cuanto nos separemos. Mi infancia muere con este adiós, pasando a ser un mero recuerdo, borrosas imágenes desordenadas de lo que fuimos.
Mañana montaré solo en el coche, la soledad me acompañará mientras me alejo recorriendo aquellos rincones que nos vieron crecer, juntos, las calles por las que paseamos tantas horas, juntos. Entre sollozos me iré alejando, dejando atrás una vida juntos, dejándote a ti, llorando también, a la espera que alguien entienda lo que a mí tanto me cuesta asimilar.
Tus ojos, que nunca habían sido tristes, ahora muestran absoluto abatimiento. Tu sitio ya no está junto a mí. Necesitas que alguien te ayude a seguir tu camino, a llegar al final de tu camino. Te he querido mucho, has sido una parte de mí, una parte de mí que se queda aquí contigo, una parte de mí que se irá contigo. Han valido la pena todos estos años juntos, gracias por todo, te quiero.
Buen viaje.