lunes, 21 de mayo de 2007

La caca es buena

Tomaba el sol en un parque de la ciudad mientras comía uno de los primeros helados de la temporada. Tras de mí, una voz murmuraba algo ininteligible, incapaz de despertar mi curiosidad por descifrarlo. Sin embargo, de repente, una ráfaga de aire me introduce una mota de polvo en el ojo a la vez que inhalo pelusa de esa tan molesta que abunda en esta época. Empiezo a toser desesperadamente, el sol desaparece, mi alrededor se desvanece... tan solo imagino la pelusa y escucho mi desconsolada tos. Afortunadamente, me deshago de tan molestos agentes externos, se hace el silencio, mi alrededor vuelve a enfocarse, incluso los susurros que antes eran incomprensibles ahora son perfectamente claros: "La caca es buena, la caca. La caca es buena, la caca..."
Giro atónito la cabeza en busca de la persona que murmura. Se trata de un hombre de unos sesenta años que está en el pipican, curiosamente no pasea a ningún perro. Clava la mirada en un pequeño recipiente cuyo interior revuelve con brío utilizando un pequeño palo, que posteriormente utilizará a modo de cuchara para...
Barcelona es una gran ciudad, una ciudad que celebra sus elecciones municipales el próximo domingo. Una ciudad para la que sus alcaldables han ideado imaginativos (posiblemente inviables) planes urbanísticos, creativas propuestas en materia de inmigración, de igualdad de sexos, de sostenibilidad, de cultura, incluso de transporte. Desgraciadamente todos ellos han olvidado que aquí hay mucha gente que vive sola y que, por la razón que sea, necesita de un cuidado especial, necesita de algún tipo de compañía. Compañía, algo mucho más sencillo que todas esas ideas planteadas que ninguno demandamos y que nunca se llevarán a cabo porque al pactar será lo primero que saquen de sus programas con sentimiento de alivio, al conocer a priori que nunca serían realizadas.

15 comentarios:

wen- dijo...

Dios, qué impresión.
Me ha dado un montón de lastimita....jope. Tienes toda la razón JAL.

la pequeña tortuga dijo...

Qué pena

De verdad, me da mucha pena

Silvia dijo...

Que penita...
Que razon tienes.

Silvia

. dijo...

¡Qué decirte!
Puede que tenga familia, pero que esta ande más pendiente de cualquier otro asunto que de cuidar a su ¿ser querido?
Puede que viva al cuidado de una persona aún más mayor que él, igualmente desatendida...
Sea como fuere, los que ya no interesan más que un día cada cuatro años, se les trata como eso mismo que el hombre murmuraba o decía a media voz.
Nadie interesa a nadie, o si acaso a muy pocos...
Dos besos

clipper dijo...

Ostras.. que lastima de hombre..es una pena pero hay gente que vive asi de mal y en estas condiciones infrahumanas...

Abir dijo...

Con imágenes así me quedo sin comentarios.

santamaria dijo...

A mi también me ha dao mucha pena, pero he de reconocer que la primera impresión ha sido un simulacro de arcada, espero quitarme la imagen de la cabeza para cuando coma hoy...
Un saludo

Anónimo dijo...

Y esa es la raíz del problema, que despiertan nuestra lástima, pena y poco más. En el momento que estas cosas dejen de despertar esa pena, se empezarán a imponer las soluciones. pero si, no puedo ser hipócrita, es triste y lamentable que alguna gente tenga que pasar por la vida de una forma tan injusta...

Buen post!

JAL dijo...

Ya veis, abrid los ojos y comprobaréis que al volver la esquina hay necesidades, que no hace falta ser creativo, sino tan solo tener un poco de humanidad y querer trabajar por la comunidad (eso es un político no?), olvidarse de enriquecerse y dar cabida a todos.

Isabel Burriel dijo...

Me has dejado descuadrada con el salto del argumento. Einsss???
En fin, que me encanta cuando escribes sobre algo real pero adaptado a la imaginación. Deberías hacer más relatos!!
Bueno, no sé si me explicoooo

Anónimo dijo...

Yo estoy planteándome muy seriamente llamar a los servicios sociales por un caso que conozco que es... uff. Hay familias que son una verguenza.

Anónimo dijo...

Juas cuanta razón tienes... Lo único que puedo decir a eso es que los votos no entienden de esas personas, y creo que ningún político habla de ellos en sus discursos...

En esos casos es cuando descubro que hay alguien que sí que puede hacer algo... cada uno de los ciudadanos que sientan que en esos casos exige poner de nuestra parte, bien ayudando, bien como dice vitruvia llamando a los servicios sociales que sí atienden a esos ciudadanos.

Un saludo

Anónimo dijo...

Por desgracia el polaroid del retrato que has relatado cohabita en la cotidianidad. Nuestras sociedades son unos clubs clasistas tremendamente injustos y desiguales.
Un saludo.

Belén dijo...

Para los políticos y los gerentes de asuntos sociales, eso que estan en un despacho con muchos papeles y mucho dinero... esa gente molesta, lo digo por experiencia...

Lastima (no digo que me molesten a mi, ojo!)

Besos

Carlos Añejo dijo...

Las grandes ciudades están llenas de gente diciendo que la caca es buena, pero no nos damos cuenta porque vamos a lo nuestro.

Y los políticos van más a lo suyo que nosotros a lo nuestro.