martes, 20 de marzo de 2007

La chica que fumaba y estudiaba filosofía

El sábado coincidí en un restaurante con el dueño de un conocido prostíbulo de la ciudad. Iba acompañado de una de sus empleadas. Al saludarnos, por mero compromiso, me fijé en los ojos de ella, en su voz. Allí, en el salón, nadie sabía de nuestros orígenes, de nuestras vidas, de nuestra rutina. Tal vez yo mismo fuera también un “pseudo-acompañante” (aunque el término no sea correcto). Nunca se sabe lo que se esconde detrás de una mirada, qué circunstancias la han moldeado hasta transformarla en lo que vemos.
Me vino a la cabeza un personaje del libro que estoy leyendo (“Kafka en la orilla” de Haruki Murakami, libro del que escribiré próximamente). Una joven prostituta que trata de explicar los pensamientos de Hegel a uno de sus clientes. Dice:
“Hegel estipula la llamada “conciencia de yo”. Piensa que el hombre no sólo tiene conciencia de que el yo y el objeto son entidades separadas, sino que, a través de la proyección del yo en el objeto, que desempeña la función de mediador, puede llegar activamente a una comprensión más profunda de sí mismo. Esto es, en definitiva, la conciencia del yo.”
(…)
“A ver. Mira lo que te estoy haciendo yo a ti. Desde mi punto de vista, yo soy el yo y tú eres el objeto. Y, desde tu punto de vista, por supuesto, es al revés. Para ti, tú eres el yo, y yo soy el objeto. Y nosotros, en consecuencia, vamos intercambiándonos, el uno al otro, el yo y el objeto, nos proyectamos el uno en el otro y establecemos la conciencia del yo. De una manera activa. Dicho de una manera fácil de entender.”

3 comentarios:

Belén dijo...

Llegar a comprender eso y saber convivir con ello es harto difícil, te lo digo yo...muchas veces (o la mayoría) proyectamos en el otro (o llamalo objeto si quieres) todo aquello que ansiamos o nos gustaría tener, por eso cuando la realidad se impone nos llevamos desilusiones y se rompen las relaciones, o al menos es mi teoría.

Saber que el otro es un objeto que muchas veces te lo inventas tu te pone mucha responsabilidad encima, pero así comienzas a ser totalmente responsable de tus actos, así que ganas de todas todas.

Un saludo

:)))))))))

JAL dijo...

Ostras Belén, no sé quién es más profundo, si Hegel o tu, jeje.

Belén dijo...

Freud amigo mio, Freud...jejejeje a mi Hegel ni fu ni fa :P

:)))))))))