martes, 27 de mayo de 2008

¿Cluasán? No, cluasán no

Confirmadas las sospechas. Si hace unos días un muchacho oriental hacía sus pinitos tras la barra del "Grana y Oro", hecho que podría haber sido considerado como ampliación de personal de no ser porque con el dueño y la ayuda circunstancial de su padre se bastaban y se sobraban, hoy, tras la barra del ex-penúltimo bar tradicional del barrio de la oficina, nos esperaban con una sonrisa papá chino, mamá china y el experimentado chinito hijo.
Ahora que ya no era necesario pedir nada, que mi café con leche y croissant estaban preparados cada día a la misma hora, hoy, como ya ocurrió con "El Gallego" o con "El Asturiano" (ambos con otros nombres pero conocidos así), he vuelto a oír la misma respuesta:
- Café con leche y croissant.
- ¿Cluasán? No, cluasán no.

domingo, 25 de mayo de 2008

Praga, algunas fotos

El pasado puente de mayo tuve la oportunidad de pasear por la asombrosamente bella ciudad de Praga. Os cuelgo un par de fotos de las muchísimas que hice.

domingo, 18 de mayo de 2008

Across the universe

Pese a no ser en absoluto aficionado a los musicales, “Across the universe” ha sido una de las películas más interesantes que he visto últimamente.
Con un reparto, a mi gusto, muy acertado, la película se desarrolla entre Liverpool y Nueva York, en época de protestas contra la guerra de Vietnam. Aunque pueda parecer un argumento sobreexplotado, el modo como se muestra en este caso es singular. Interpretando temas de “The Beatles”, los personajes nos conducen por un guión plagado de números brillantes (a destacar el de la revisión médica militar), aso sí, con algunos altibajos argumentales.
En definitiva, el conjunto supone una película recomendable para todos aquellos amantes de los musicales, de las técnicas visuales, de los videoclips o de experimentos cinematográficos varios.

viernes, 16 de mayo de 2008

Vendedores

6.15 a.m. Llego al aeropuerto con tiempo para parar a tomar mi desayuno habitual en la cafetería habitual. Tomo asiento y, al instante, una camarera viene a tomarme nota.
- Café con leche y croissant, por favor.
- Muy bien. - y añade como si no hubiera acabado mi pedido: - ¿Zumo de naranja, o prefiere agua?
Por unos momentos quedo pensativo, como si no estuviera seguro de pedir también el apetecible zumo de naranja recién exprimido.
- No, es suficiente con lo otro, gracias.
Una pregunta tan sencilla, natural y, aparentemente, inocente, hubiera doblado la venta de haber obtenido una respuesta afirmativa, lo que, desde mi punto de vista, la convierte en una magnífica técnica de ventas para cualquier camarera/o.
Cuando me he levantado y me he dispuesto a dirigirme a mi puerta de embarque me ha venido a la cabeza una anécdota relacionada. Una vendedora de artículos Montblanc, en ocasión de una venta de una pluma de serie limitada cuyo precio ascendía a casi 15.000 euros, y ya habiendo convencido a su cliente de las genialidades de tan valioso género, dijo:
- Así, ¿le gusta?
- Sí, es extraordinaria.
- Verá que es una gran elección. ¿Cuántas quiere?
A lo que el cliente, seguramente sorprendido por la pregunta, no pudo responder otra cosa que:
- Dos.