Ir de compras no es una afición sana, y menos en los tiempos que corren. Sin embargo, de darse la oportunidad, es absolutamente recomendable salir a dar una vuelta por las calles comerciales de Tokyo.
Tal vez no sea posible llenar el carro en Dior, Chanel o Prada, pero uno estará encantado de contemplar edificios diseñados por SANAA, MVRDV o Herzog & de Meuron mientras es saludado y reverenciado con una sonrisa por el personal de la tienda.