Los títulos de crédito de "Avatar" abren con una canción de esas que parecen diseñadas para optar al Oscar, una de esas al más puro estilo Céline Dion, tal vez aderezada con toques orientales a lo Coco Lee, lo que me hace detener el paso antes de salir de la sala para corroborar que, efectivamente, el compositor que acompaña a James Cameron en esta aventura vuelve a ser James Horner, el mismo que lo hizo en Titanic, entre otras.
En esta ocasión, el resultado de la colaboración vuelve a ser más que correcto, una lástima no haber sido capaces de colocar un tema rompedor en algún punto de la película, y no será por momentos que dan para el lucimiento del compositor, de haber sido el tandem Spielberg - Williams, muy probablemente tendríamos que hacer hueco para un nuevo cd en la estantería; si ya fueron capaces de hacerlo para cuatro dinosaurios en una islita, qué no hubieran sido capaces de crear para toda una nueva raza en un planeta entero... Una lástima esta vez, un producto tan hollywoodiense...
En esta ocasión, el resultado de la colaboración vuelve a ser más que correcto, una lástima no haber sido capaces de colocar un tema rompedor en algún punto de la película, y no será por momentos que dan para el lucimiento del compositor, de haber sido el tandem Spielberg - Williams, muy probablemente tendríamos que hacer hueco para un nuevo cd en la estantería; si ya fueron capaces de hacerlo para cuatro dinosaurios en una islita, qué no hubieran sido capaces de crear para toda una nueva raza en un planeta entero... Una lástima esta vez, un producto tan hollywoodiense...
En cualquier caso, no es necesario acudir a los gurús S-W, cuya mezcla de talento y visión los hace difíciles de comparar con otros incluso más talentosos, basta pensar en lo que ha sido capaz de lograr Hans Zimmer para marcar el rumbo de la Perla Negra. Parece que Gore Verbinski ha fijado también su pareja de baile en Zimmer, que, curiosamente, no ha sido capaz de consolidar un matrimonio duradero con ninguno de los directores con lo que ha cosechado éxitos, Ridley Scott, Tony Sctott o John Woo, entre muchos otros. Y es que el amor es impredecible, aún cuando, como en estos casos, se trate de amoríos profesionales para rentabilizar inversiones millonarias, aka películas hollywoodienses.
Puestos a elegir, y para completar una terna de compositores que junto con Horner y Zimmer, irían algunos peldaños a la zaga de Williams pero que no por ello dejan de ser excelentes en su trabajo, me quedo con una pareja de lo más fiel que ha sido capaz de crear momentos de lo más emotivo en sus películas: Alan Silvestri - Robert Zemeckis. Sí, es cierto, uno creció maravillado por la música que acompañaba al Delorean a través del espacio tiempo, pero es que estos dos hasta han sido capaces de hacer bailar a una pluma hasta llegar a los pies de un joven que sostiene una caja de bombones.