Hace horas que ha oscurecido cuando llego al aeropuerto de La Habana. Allí me espera, apostado sobre la barandilla que protege la puerta de llegadas, un descamisado taxista. Da una última calada a su cigarrillo y, sin soltarlo, extiende el brazo y hace ademán de señalarme con el meñique mientras pronuncia mi nombre.
Tras mi asentimiento, me conduce sin mediar palabra hacia su vehículo. Ambos estamos agotados, aún así, tratamos de entablar una forzada conversación antes de sumirnos en el silencio y la oscuridad de la carretera.
Minutos más tarde, convencidos ambos de haber sido ya lo suficientemente educados, abro la ventanilla del moderno automóvil de origen chino. Deben de ser más de las 23, mi reloj todavía desconoce la hora del nuevo país. Conducimos por una oscura carretera en la que la ausencia de indicadores parece ser indicativa de que nos dirigimos a ninguna parte. Las marcas viarias, si alguna vez fueron pintadas, son absolutamente imperceptibles. Adelantamos a varios vehículos vetustos, preciadas joyas de antaño que hoy emiten un ruido ensordecedor y desprenden una fuerte olor a gasolina que penetra en el habitáculo mezclándose con los restos del aroma del cigarro havano que minutos antes se habría fumado el conductor.
A ambos lados de la carretera deambulan decenas de peatones, allí, en mitad de la nada, con la luna como única farola; parecen desconcertadas almas en busca de la salida del purgatorio. Tengo sueño, demasiado como para interesarme por el destino de esas almas sin rumbo aparente, demasiado como para seguir intentando descubrir un país nuevo en la oscuridad. Subo de nuevo el cristal polarizado de la ventanilla y cierro los ojos.
- ¿Tu primera vez en Cuba?
- Sí.
- Te va a gustar
14 comentarios:
Mi primer recuerdo fue el de los maleteros que nos perseguían para que les diéramos propinas por llevar las maletas que habíamos llevado nosotros mismos, y que nos pedían de todo, hasta las bolsas de politours.
Espero que no sonase a amenaza ese "Te va a gustar"... ;-)
Y esperando... to be continued... :))
Un beso,
Yolanda.
Parece la llegada de un novelista, de un bohemio. ¿Qué más pasó?
Bueno, bueno... ¿y qué más? ¿qué tiempo hace? ¿cómo es la gente? ¿qué tal la primera noche? espero impaciente tus aventuras jeje
A ver, confiesa: te gusta el ron. El Havana 7 años, o el de 5... y a quién no? Pero la capital de Cuba es la HaBana... tuviste un lapsus?
Que tengas un buen 2008.
Oye y las fotos?
Joe, tu, qué suerte, yo hasta arriba de curro y pasando frio y tu en Cuba...
Como dice el anuncio ese " la envidia me corroe" XDDDDDDD
Fotosssssss
Mariano, a mí no me persiguió ninguno de esos, pero sí de otros.
Odiseas, sí, continúa, cada día un poquito.
Interrogación, pues no, era simplemente mi llegada.
Marta, paciencia, lo que no llegue a contar ya te lo explico directamente, si quieres
James Joyce, gracias hombre, corregido.
Wen, fotos a partir de la próxima
Yo no he estado en Cuba, pero mis padres y muchos amigos, sí, y dicen que es muy bonito, ya contarás...
Ah, mi padre dice que le perseguían las mujeres.
Espero a mi también me guste a través de lo que vaya leyendo en tu blog.... por aquí se dice tanto de Cuba, que yo sigo oyendo más por otros lados.
Besos Jal.
eso quiere decir que a partir de la primera vez ya no gusta???
Menudos viajecitos que nos marcamos ¿eh?
Gostei muito desse post e seu blog é muito interessante, vou passar por aqui sempre =) Depois dá uma passada lá no meu site, que é sobre o CresceNet, espero que goste. O endereço dele é http://www.provedorcrescenet.com . Um abraço.
Imagino ese te va a gustar con cigarrillo en boca, sonrisa socarrona y mirada tunante y me da un no sé qué por todo el cuerpo... y me voy a seguir comiendo las uñas.
Feliz Año, Jal!
Besos.
Montse, las cosas han cambiado, ya no te persiguen como antaño.
Kt, y supongo que, como venezolana, seguirás oyendo más por otro lado.
Tootels, esa es la muletilla de cualquier taxista en cualquier ciudad, supongo.
Tänhauser, es Navidad!
Crescenet, muito obrigado
Pati, feliz año!
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